El color domina en las paredes de las casas. Rosa, amarillo, verde,... Pero también unas curiosas indicaciones que pide al dueño "Pintar en cinco días". Y eso con suerte, ya que en otras ocasiones directamente obliga a "Romper" o, al menos, "Reformar". Esas indicaciones nunca se siguen y acaban ahí, formando parte de un peculiar paisaje. En el centro de Bata (en el muro del viejo estadio de fútbol) encontramos un par de graffittis: si en otros entornos urbanos son habituales, en Guinea son la excepción. Ahí van un par de maravillosas excepciones.
domingo, 20 de septiembre de 2009
Graffitis guineanos
El color domina en las paredes de las casas. Rosa, amarillo, verde,... Pero también unas curiosas indicaciones que pide al dueño "Pintar en cinco días". Y eso con suerte, ya que en otras ocasiones directamente obliga a "Romper" o, al menos, "Reformar". Esas indicaciones nunca se siguen y acaban ahí, formando parte de un peculiar paisaje. En el centro de Bata (en el muro del viejo estadio de fútbol) encontramos un par de graffittis: si en otros entornos urbanos son habituales, en Guinea son la excepción. Ahí van un par de maravillosas excepciones.
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