Hace (más de) un mes que llegamos y el aire sigue oliendo a yuca fermentada y la ropa a….a África, un olor para el que sigo buscando una definición lo más exacta y lo menos pedante posible. La yuca no tan sólo emana de las cocinas y de los improvisados puestos en la calle; las mujeres, con su nkué (una cesta de mimbre fabricada de forma artesanal) en la cabeza, conforman el medio de transporte más habitual de este tubérculo por toda la ciudad.
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