miércoles, 15 de septiembre de 2010

De aulas y barracones


Rebasado el largo y cálido verano (lo de largo, claro, para los niños) me encuentro, como cada curso, con las mismas quejas ante la habitual y ya clásica presencia de los llamados barracones (hay quien intentó redefinirlo como módulos, pero no triunfó), una muestra de la supuesta falta de previsión, de la dejadez del gobierno de turno (da igual el color) o de la lentitud de unas obras que ya deberían estar acabadas, que para eso pagamos nuestros impuestos y que nuestros hijos no pueden ser educados en esas condiciones infrahumanas y el habitual bla, bla, bla que acabará llevándose el viento. Lo dicho, un clásico post-vacacional. Ante ello, decidí proponer algo sencillo: alquilar una flotilla de helicópteros y enganchar en ellos algunos de esos módulos infrahumanos (con su aire acondicionado, sus perchas, sus pupitres nuevos, su pizarra y su cualquier cosa que suene a clase) para depositarlos (por poner un ejemplo cualquiera, así a bote pronto) en Misong-Minvi, en ese terreno de Evianyong que alberga la escuela bautista Talita Cum. Pero desistí cuando comprobé que Talita Cum sigue siendo la escuela más bonita del mundo, recién pintada este verano (por un grupo de voluntarios de Pasión por las Naciones) y con una nueva aula central (la de la foto)que se añade a las existentes, insuficientes para acoger a los 220 alumnos que hay desde pre-escolar hasta sexto. Gracias Sara.

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