sábado, 3 de octubre de 2009

Semana 1. Agua...








Los escoceses dicen reconocer a un español en su país porque es el único que se echa a correr cuando llueve. En Guinea, las habituales tormentas de esta época (y que se alargarán hasta diciembre) no son ningún problema. Al contrario. Los niños chapotean sin parar, las familias recogen agua en bidones y la selva acumula aún más humedad para transformarse en un filtro potente contra el implacable sol. Agua en Guinea equivale a vida, aunque aún con la restricción en la mayor parte del país (en Evinayong, una empresa coreana se está encargando de canalizar la ciudad para que haya agua potable en el 2011). Ir a un manantial, llenar un bidón (un trabajo que se suele encargar a los niños para que ganen sus primeros francos CFA) y usar el agua justa para lavar (y para lavarse) es otro reto constante para nosotros, acostrumbados a darle la vuelta a eso llamado grifo, un verdadero desconocido para gran parte del país (y del continente africano).
Para los niños, el agua es diversión, es intentar darle a un balón medio deshinchado entre los charcos y es irse despojando de eso tan molesto llamado ropa.

    Semana 1. Luz...





    Convivir con restricciones de luz obliga a estar pendiente del sonido de la central eléctrica (que funciona unas pocas horas y con petróleo). Obliga a pasear con quinqués que rememoran a tiempos pretéritos. Obliga a madrugar (a las seis, sin pasarse) para dejarse acariciar por el primer sol y que se convierta en un aliado hasta que, a las seis de la tarde, la noche cae de repente, como un manto pesado, aunque lanzado con suavidad y los brazos extendidos para que tome algo de aire y se deposite sin hacer ruido. Nil está descubriendo estrellas en un cielo sin contaminación (no pretende ser un discurso ecológico, simplemente es que no hay) y nosotros debemos acostumbrarnos a no tropezar por la casa.

      Semana 1 en Evinayong. Apuntes...



      Nace una realidad paralela. ¿O es esa la verdadera realidad? Como si nos adentráramos en una especie de Matrix del reciclaje (aunque sin demasiada conciencia de ello), en Guinea hay objetos que imitan o sustituyen a otros objetos. Una lata de sardinas y cuatro tapones de botella pueden ser un coche de juguete; un vehículo destartalado, que iría camino del desguace en otro país, aquí se transforma en un taxi de lujo, capaz de acoger a diez personas, nuestra particular forma de "acercarnos" a los guineanos; un bidón usado, se transforma como por arte de magia en una ducha y un eficaz lavaplatos.

        Resumen de Lydia (más claros que los de Jordi)


        Ruth, Rebeca, Rode y su nuevo hermanito, Nil



        Ya llevamos dos semanas en Guinea. La adaptación está siendo buena. Estamos en la época de lluvias y por lo tanto la estación más fresca del año, lo cual ayuda, aunque las temperaturas siguen siendo de cerca de 30 grados. Cada día llueve un poco y refresca.
        Estamos conociendo Evinayong, dónde conseguir agua, dónde podemos comprar, .... Como no pasamos desapercibidos por la calle, la gente nos reconoce fácilmente y nos ayuda cuando necesitamos algo. Aquí en el interior todo es más tranquilo, más pausado, y la gente muy amable.
        El día empieza muy pronto y la vida se despierta a las 5 de la madrugada. A las 8 empieza la escuela, pero a esa hora la mayoría de la gente ya ha hecho un montón de cosas… excepto nosotros, a los que nos cuesta todavía adaptarnos a este horario y levantarnos tan pronto.
        En la escuela avanzamos con el proyecto de formación. Jordi hace dos sesiones de formación a la semana (lunes y viernes) y luego la formación continúa con la presencia en las aulas cada día, combinando con los diferentes profesores y tutorías individualizadas con cada uno de ellos. Jordi trabaja con los maestros de primaria y yo con las de preescolar. Todos están poniendo mucho de su parte y tienen ganas de aprender y mejorar.
        Nil se va adaptando muy bien. Es féliz. Le encanta jugar con los niños en la calle, ir a buscar agua, fabricar juguetes con latas de sardinas o con palos, o con cualquier cosa que se pueda utilizar… Está descubriendo un mundo nuevo y enriquecedor… una realidad diferente. Y cómo ser feliz sin tele, play station, ordenador ni nada parecido.
        Nosotros también vamos aprendiendo muchas cosas. Diferentes maneras de expresarse, de relacionarse, o cómo vivir con pocas horas de electricidad y sin internet ¡Y es posible! Y cómo se ahorra agua cuando tienes que ir a buscarla al manantial !!!