martes, 4 de septiembre de 2012

Margarita: ser sal y ser luz...





Margarita está. Siempre está. Aunque parece que no. Aunque su mirada, tímida y con un deje de aparente tristeza, indique que se encuentra en otro lugar. Pero está. Aunque hablando con ella uno tenga la impresión que su mente navega por tierras lejanas, escondidas. Pero está. Margarita es maestra de primer curso en la escuela Talita Cum de Evinayong. Y es una gran maestra. Creativa, activa, didáctica y paciente. Su curso es, sin duda, el más difícil, el de la transición del pre-escolar a la primaria, de la zona de comodidad de ser un niño pequeño a tener que aprender a leer y escribir. Y Margarita no se conforma con esa lectura que consiste en descifrar esos códigos que llamamos letras. Ella pelea para que sus alumnos lean, disfruten leyendo, entiendan lo que leen. La pequeña biblioteca de la escuela la conoce palmo a palmo, y no es extraño encontrarla sentada en el suelo y con una pila de libros a su lado, donde encontrar historias, fichas, cuentos. Recursos, al fin y al cabo. Recursos que en la iglesia también le sirven para ser sal, para ser luz, para ser un testimonio constante con su vida.
Hay quien echa en falta a la gente más abierta y que todo lo llena con su presencia. Está bien. Yo suelo echar en falta a la más discreta, a la que parece que no pero resulta que sí, a la que desafía supuestos códigos basados en apariencias que, a menudo, se diluyen en la niebla. En Malabo (llevo ya semana y media en la escuela El Buen Pastor) el ritmo es otro, en una ciudad de ritmo africano (en todos los sentidos) y mezcla de bubis, fang, kombes, criollos y con el pidgin (esa mezcolanza de inglés con español y lenguas locales) como lengua tan común como el castellano. Ese ritmo que todo lo engulle dificulta parar a pensar en aquellos a los que uno echa en falta. Hablar un rato por teléfono con Lydia y Nil es un lujo que algo lo calma. Pero ver la escuela y la iglesia de Malabo es pensar rápidamente en Margarita y en cómo ella organizaría esa clase de primero, cómo iría conociendo niño por niño, cómo seguiría siendo el mejor testimonio del mundo.

6 comentarios:

  1. Hola Jordi!!
    Quin gust llegir-te i apropar-nos una mica a tot el que viviu allà. Gràcies.
    Continuem acompanyan-te en pregària i a través del blog.
    Ja enviaràs alguna foto o gravació de la jam guineana...
    Una abraçada,
    Yolanda, Rubén i Noel

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    1. Gràcies!!! fins i tot a Malabo està sent difícil tenir internet. Ara ha estat dos dies tallat. De fet, ni aigua ni llum. Tot va i ve, però si triga és un problema per temes de salut i això. Però feliços com a perdiços!!! Petons

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  2. Que maca que surt la Margarita... la trobo a faltar...

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    1. Ella segur que tambè et troba a faltar!!! Com jo, és clar!!!!

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  3. Hola, Jordi, como siempre una preciosa fotografía aliñada con un texto inteligente, o viceversa. Me incorporo como lectora después de unos días fuera. Ánimo y fuerza en el trabajo!

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    1. Me gusta lo de "aliñada"!!!! No he podido colgar mucho, ya que durante todo agosto no teníamos acceso y, ahora en Malabo, la conexión va y viene y no siempre con fuerza para cargar fotos. ¿Pero eso es un obstáculo? ¡Para nada! Records a la family!!!!!!!!!!!!!!!

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